JULIO TAIMAL
INDIRA GRANADA
OLGA CASTRO
MARIA VICTORIA VILLACREZ
EL AGUA DE LOS ANDES
El agua sin lugar a dudas es un recurso vital para todos los seres vivos, ya que genera condiciones para la diversidad y productividad biológica. Dicha importancia fue valorada por nuestros antepasados, ya que eran culturas que tenían un manejo sostenible del recurso hídrico y por lo tanto lo aprovechaban “racionalmente”.
Por este buen manejo se suponía que el agua era un recurso inagotable pero en la actualidad nos damos cuenta q no es así, que cada día la demanda hídrica crece y la oferta del recurso es limitada debido a las lamas acciones del hombre sobre el medio. Por esta razón es importante reflexionar sobre nuestra actitud ambiental, sobre todo los que habitamos la región andina ya que esta abarca territorio que disponen de ese vital recurso y por lo tanto debemos generar acciones que estén en armonía con los requerimientos de los ecosistemas.
La comunidad andina se puede dividir en tres grandes regiones: costa, andes y amazonia, a lo cual se le atribuye sus características climáticas y ambientales, actualmente esta comunidad cuenta con 100 millones de habitantes tanto en el sector rural como en el urbano. El agua es un milagro en los andes ya que se considera la columna vertebral porque es aquí donde este liquido preciado nace en abundancia, gracias a ello se tiene la variedad climática y ecosistémica que caracterizan esta región, las altas montañas también son una ventaja, puesto que estas conformadas por paramos y jalcas que suministran agua, son barreras naturales contra vientos fuertes y la evapotranspiración generan lluvias que favorecen los proceso económicos de esta región (agricultura).
El ciclo del agua regala diariamente este preciado liquido, que en otras regiones del mundo es escaso, por eso se considera a la región andina como afortunada, ya que este liquido es un factor poderoso de desarrollo y bienestar si se lo sabe manejar, aprovechar y cuidar, realmente hay países que carecen de este preciado liquido nuestro país Colombia, es el único país del mundo con cinco vertientes hídricas: la del Caribe, la del pacifico, la del amazonas, la del Orinoco y la del Catatumbo. Es el cuarto país más rico del mundo en agua, después de Rusia, Canadá y Brasil, además cuenta con 743000 cuencas hidrográficas, que debemos conservar como recurso ambiental, patrimonio común que la sociedad debe cuidar. Somos muy afortunados poseemos una biodiversidad acuífera en nuestros dos océanos que albergan, 4793 especies de animales y plantas, de las cuales 146 han sido nuevas para la ciencia, y el total de especies posibles, entre algas, esponjas, corales, anélidos, moluscos, crustáceos y peces, supera las 9000.” Sin embargo, “Colombia, a pesar de ser un país rico en fuentes hídricas, en el año 2025 se encontrara en déficit hídrico”. El agua en los andes es abundante lo cual genera que las actividades de agricultura durante el año se realicen permitiendo la variedad de productos, los diferentes países que pertenecen a esta región comparten las cuencas hidrográficas teniendo en cuanta que la del amazonas es esencial porque en ella se encuentra gran variedad de biodiversidad que beneficia a la cuenca y de paso cabe resaltar que en el amazonas es un espacio de integración de toda la comunidad andina.
Actualmente, el 72% de la población de la región andina es urbana, una tendencia que va en aumento debido a una mejor oferta de servicios de agua, saneamiento y energía eléctrica, así como de educación, salud y recreación. Pero esto conlleva muchos desequilibrios en los recursos naturales como en el agua ya que esta por ser un recurso con múltiples usos, es necesario administrarla mediante una gestión integral que involucre a los diferentes usos y usuarios. Las propiedades del agua, que la hacen única, también la convierten en un recurso con múltiples usos y funciones, biológicos y ecológicos.
La sociedad, además de suplir sus requerimientos de agua para satisfacer las necesidades básicas, ha sacado provecho de sus propiedades y ha construido infraestructura para tomar el agua del medio y utilizarla en el desarrollo de sus actividades socioeconómicas, también la ha aprovechado en su entorno natural, como elemento cultural de gran valor paisajístico, recreativo y religioso, como medio de transporte y para la generación de energía. Tal es el interés de los usuarios en disponer de la mayor cantidad posible de agua, que frecuentemente se olvida que los ecosistemas, que son la base de soporte de la población y sus actividades, requieren también de ella y que deben disponer de una cantidad suficiente de agua con la calidad adecuada para permitir su correcto funcionamiento y bienestar.
Adicionalmente, los ríos, los lagos y el mar que reciben los vertimientos de aguas servidas, de basura, de relaves mineros y de productos químicos de las grandes ciudades, que en la mayoría de los casos carecen de tratamiento adecuado, están sufriendo el deterioro de su calidad y de la capacidad de ofrecer servicios ambientales adecuados, es decir la capacidad para procesar el CO2 de la atmósfera, el control del ciclo del agua, la polinización y el control de plagas, entre otros. Esta situación conlleva la imposibilidad de aprovechar las aguas corriente abajo para otros usos en condiciones de seguridad para la salud. El agua es un recurso con muchos usos y demandas diferentes que requiere una gestión integral, armónica y compartida.
La manera en la que un país o región utiliza el agua se define principalmente por su número de habitantes, sus hábitos de consumo, sus actividades económicas, la tecnología y eficiencia de la producción, y las capacidades financieras e institucionales relacionadas con la administración de este recurso.
Aunque el porcentaje del total del agua que utiliza la sociedad es muy bajo. Sin embargo, se presentan condiciones de escasez en ciertas zonas y periodos dada la variabilidad de la oferta y la baja capacidad tecnológica, financiera y administrativa para su gestión. Es necesario aprovechar, sobre todo en ciertas zonas y usos, el potencial de ahorro existente y minimizar los impactos ambientales sobre el agua y el entorno asociados a su utilización.
Entonces la pluralidad de los usos del agua puede llevar a que se presenten problemas de escasez en un determinado lugar, conflictos entre usos y usuarios, o afectaciones en la calidad que impiden su aprovechamiento racional y equitativo. La riqueza hídrica de la región andina debe entenderse como un factor de bienestar y desarrollo. Sin embargo, se estima que solo se utiliza el 0,98% del total disponible en su territorio. Ante este excedente de agua, es difícil concebir que existan comunidades que no tengan acceso a una fuente segura y constante de agua, zonas de cultivo sin facilidades para el riego, o que las actividades en las zonas altas de las cuencas limiten la disponibilidad de aprovechamiento del agua con otros fines hacia aguas abajo. Sin embargo, esto refleja el hecho que la capacidad tecnológica y financiera y su gobernanza son las limitantes principales para su uso, antes que su baja disponibilidad en el medio natural. Algunos países utilizan mayores porcentajes del total del agua de que disponen. Estas diferencias también permiten reflexionar sobre la vulnerabilidad frente a un evento de escasez, o en la capacidad de utilizar el agua como factor de desarrollo.
La sociedad en su afán de aprovechar la oferta hídrica, olvida que el medio ambiente y sus ecosistemas también tienen necesidades de agua que deben satisfacerse. En muchas ocasiones, los límites para el aprovechamiento del agua definidos por la sociedad, no consideran la capacidad de los ecosistemas. Apenas recientemente, la normativa y los estudios sobre el agua de la región han empezado a considerar específicamente este uso.
El Agua es considerada un elemento vital en el proceso de vida y desarrollo de toda comunidad, en tanto que define relaciones de orden biofísico, social y político. Elemento articulador e integrador del territorio. Pero ante esto existe una gran intranquilidad por parte de la comunidad internacional, severamente preocupada por la crisis del agua, ha visto la urgente necesidad de establecer nuevas formas de relación entre la sociedad y este líquido vital; es por esto que se habla de una Nueva Cultura del Agua que se crea con el propósito de superar las amenazas para la calidad de vida y el desarrollo como resultado de la elevada presión sobre el recurso y su manejo insostenible y, a la vez priorizar su uso bajo la perspectiva de la participación de los usuarios en la planificación y administración del recurso.
Bajo un aspecto Pedagógico, la formación de una Cultura del Agua busca incidir en el re-pensamiento de la educación ambiental en la escuela que permita complementar herramientas pedagógicas y didácticas, posibilite la interdisciplinariedad y la intersectorialidad que faciliten la movilización de la educación. Además, la transformación para generar una cultura del agua implica fortalecer acciones ambientales desde el PRAE inserto en el PEI (HACER), realizar un estudio profundo de los valores y actitudes que manifestemos en nuestro entorno (SER), uso adecuado de los conocimientos (SABER) y establecer y re-direccionar la relación hombre – ambiente todo esto relacionado con las Competencias que permiten efectuar acciones necesarias para el cambio de la sociedad.
Por consiguiente, los problemas vinculados con el agua están más relacionados con su mala administración que con su falta de disponibilidad natural. Esto obedece a las necesidades particulares que cada nación requiere para su estabilidad y su funcionalidad, “La crisis del agua es a menudo una crisis de gobernabilidad” (Foro Mundial del Agua 2000, La Haya, Países Bajos) en donde la pobreza se debe examinar con lupa buscando soluciones plausibles que comprometan acciones de los sectores tanto públicos como privados. Dentro de este planteamiento, esta el valorar el agua, el reconocerla como una necesidad básica de la humanidad ya que su prioridad esta en el uso que le damos tanto personal como domésticamente. Además, en el marco de la GIRH (Gestión Integrada de Recursos Hídricos) plantea la necesidad de respetar y acatar como metas el promover el acceso más equitativo a los recursos hídricos y a los beneficios que se derivan del agua como medio para enfrentar la pobreza y el de asegurar que el agua se use con eficacia y para el beneficio del mayor número de personas.
Valorara el agua según la Declaración de Dublín sobre el Agua y el Desarrollo Sostenible (1992) consiste en[2]:
"Principio No. 4 El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y debería reconocérsele como un bien económico. En virtud de este principio, es esencial reconocer ante todo el derecho fundamental de todo ser humano a tener acceso a un agua pura y al saneamiento por un precio asequible. La ignorancia, en el pasado, del valor económico del agua ha conducido al derroche y a la utilización de este recurso con efectos perjudiciales para el medio ambiente. La gestión del agua, en su condición de bien económico, es un medio importante de conseguir un aprovechamiento eficaz y equitativo y de favorecer la conservación y protección de los recursos hídricos”
EL AGUA “IMPREGNA NUESTRAS VIDAS Y ESTÁ PROFUNDAMENTE ARRAIGADA EN NUESTRA CULTURA.” (KOFI A. ANNAN, 2007).
CONCLUSIONES
- El agua ha sido reconocida en multitud de culturas como el origen y la fuente de la vida. Por ello, le han conferido un carácter sagrado que ha sido y es parte fundamental de su cosmovisión.
- Las culturas indígenas, gracias a su comprensión, conocimiento y adaptación a una geografía compleja y a las drásticas variaciones del clima, lograron desarrollar prácticas agrícolas y tecnologías de uso sostenible del agua para un mejor uso de los recursos naturales.
- El agua es la única sustancia en la Tierra que se encuentra natural y simultáneamente en forma sólida, líquida y gaseosa. Por esto, se ve en un mismo lugar nubes, picos nevados, glaciares, ríos, lagos y lagunas. El agua se encuentra en constante movimiento, interactúa con el medio, tal y como se aprecia al analizar el ciclo hidrológico.
- El agua puede absorber una gran cantidad de calor sin que su temperatura aumente en la misma proporción. Esto la convierte en un regulador de la temperatura del medio ambiente, rol que ejercen los océanos con respecto a la temperatura del planeta.
- Según la UNESCO, para el año 2050, es probable que al menos una de cada cuatro personas viva en países afectados por la escasez crónica o recurrente de agua dulce. Según la proyección más pesimista, casi 7.000 millones de personas en 60 países sufrirán escasez de agua en dicho año
· la Alta Amazonía es esencial para la gran cuenca del Amazonas porque abarca el 30% de su extensión, es el lugar donde nace el río del mismo nombre y alrededor del 50% de sus afluentes, y por la oferta de bienes y servicios ambientales y la biodiversidad que benefician toda la cuenca.
· La riqueza de la oferta hídrica en la región de la Comunidad Andina debe promover el desarrollo de políticas que permitan aprovechar sus ventajas y beneficios para convertirla en un factor de bienestar y crecimiento, y prevenir y mitigar los riesgos de desastres por inundaciones, avalanchas y deslizamientos originados en la abundancia del agua.
· La mayoría de países, cuya oferta de agua está por debajo del promedio mundial, en la región andina se estiman valores muy por encima de esta cifra. Perú y Bolivia se acercan a los 68.000 m3/hab-año, Colombia a los 47.000 m3/hab-año y Ecuador a los 32.000 m3/hab-año
· La disponibilidad del recurso hídrico disminuye también con la contaminación, por lo cual la disponibilidad real de agua debe analizarse tanto en términos de su cantidad como de su calidad
· Actualmente, el 72% de la población de la región andina es urbana, una tendencia que va en aumento debido a una mejor oferta de servicios de agua, saneamiento y energía eléctrica, así como de educación, salud y recreación
· El agua es un recurso con muchos usos y demandas diferentes que requiere una gestión integral, armónica y compartida.
· La manera en la que un país o región utiliza el agua se define principalmente por su número de habitantes, sus hábitos de consumo, sus actividades económicas, la tecnología y eficiencia de la producción, y las capacidades financieras e institucionales relacionadas con la administración de este recurso.
· la pluralidad de los usos del agua puede llevar a que se presenten problemas de escasez en un determinado lugar, conflictos entre usos y usuarios, o afectaciones en la calidad que impiden su aprovechamiento racional y equitativo.
· La sociedad en su afán de aprovechar la oferta hídrica, olvida que el medio ambiente y sus ecosistemas también tienen necesidades de agua que deben satisfacerse. En muchas ocasiones, los límites para el aprovechamiento del agua definidos por la sociedad, no consideran la capacidad de los ecosistemas.
· La escasez de agua que se plantea se debe más a su mala administración que a su insuficiencia en el medio natural.
· La creación de una nueva Cultura del Agua implica replantear acciones político – sociales - administrativos que se enfaticen a solucionar la situación global de la pobreza.
· El desarrollo sostenible del medio ambiente desde una directriz de protección y conservación del agua implica que cada región integre la sustentabilidad ambiental desde el principio y no al final de todos sus procesos económicos, además de elaborar procesos que tiendan a ser mas eficaces y baratos en el mediano y corto plazo para que todas las personas tengan acceso a ello. Todo esta relacionado con el uso racional de los recursos naturales.
· Las dimensiones de la Nueva Gobernanza del Agua comprenden principios de igualdad de oportunidades, uso sostenible, equidad en el acceso y uso del recurso y el logro de la eficiencia en su aprovechamiento.
